Precisamente, la agencia de recaudación, el Ministerio de Economía y el Banco Central están trabajando en un conjunto de resoluciones para permitir que los dólares atesorados sean utilizados libremente, según pudo saber este medio.
A fines del año pasado los argentinos tenían fuera del sistema local (en cuentas en el extranjero, cajas de seguridad o “en el colchón”) más de 271.000 millones de dólares, de acuerdo con estimaciones oficiales.
La intención del Palacio de Hacienda es que parte de estos fondos puedan utilizarse para comprar bienes durables, como electrodomésticos o automóviles, inmuebles y, en general, todo tipo de bienes o activos sin restricciones. Esto es, sin tener que justificar ante ARCA el origen de los fondos.
En medios de la conducción económica se evalúa que el ingreso al circuito real de los dólares que los argentinos tienen atesorados daría un impulso adicional a la economía (que ya está creciendo a una tasa del 6% anual, según los cálculos del Ministerio de Economía).
Que la gente saque “los dólares del colchón” permitiría atender la mayor demanda de dinero derivada de la recuperación de la actividad sin emitir más pesos, como se ha comprometido el Gobierno, para seguir atacando a la inflación, de acuerdo con la explicación oficial.
La circulación de los dólares que los argentinos tienen guardados favorecería el consumo y la inversión privados en momentos en que las autoridades buscan el doble objetivo de reducir las presiones inflacionarias e incrementar la actividad económica.
Los primeros datos que maneja el Palacio de Hacienda en cuanto a la inflación de abril resultan favorables ya que “el índice podría dar menos de 3%”, según se comenta. Esto es, una desaceleración respecto del resultado de marzo (3,7%) a pesar del comienzo de la flotación del tipo de cambio.