La falta de distribución de asistencia fue otro reclamo recurrente. Según contó una vecina llamada Cinthia, debió acercarse hasta la municipalidad porque no le quedó ni un colchón para dormir. Sin embargo, aseguró, la respuesta fue negativa: “Me dijeron que no, que van a esperar a que pase todo esto y van a hacer un censo”. Mientras tanto, ella y su familia improvisan camas con ropa sobre una mesa. “Dormimos como podemos”, resumió, en un cuadro dramático.
El agua arrasó con viviendas, pertenencias y pequeños comercios familiares. Una vecina narró que su hija de 13 años tuvo que ser alojada en casa de una amiga tras perder todo. La escena de la inundación, según dijo, fue “increíble”: heladeras y muebles flotaban en el interior de su casa. “Tuvimos que salir en canoa, dejar todo. Mi marido hizo todo lo que pudo, pero después ya no se podía salvar nada”, explicó.
La situación comprometió el trabajo de los comercios de la zona. Uno de los jóvenes del barrio, que había montado una barbería improvisada en el fondo de su vivienda, perdió sus herramientas. Su madre detalló que tanto él como su pareja están sin empleo, y que la única fuente de ingresos en su familia es su esposo. “Yo también estoy sin trabajo, en tratamiento por ansiedad y ataques de pánico. Con esto, peor”, dijo.
Según precisó Fabián García, director provincial de Defensa Civil, en diálogo con Radio Perfil, permanecen evacuadas al menos mil personas en centros oficiales, mientras que otras tantas lo están en casas de familiares o conocidos. El saldo n víctimas es grave: dos personas murieron y hay tres desaparecidas.
Uno de los fallecidos fue Diego Uriburu, de 71 años, quien fue hallado sin vida sobre la ruta 41, en las inmediaciones de San Antonio de Areco. El hombre había sido reportado como desaparecido durante el sábado, mientras viajaba en su auto rumbo a Baradero. Su cuerpo fue encontrado el domingo por efectivos de la Policía y personal de la Dirección de Rescate.
La segunda víctima fatal es Pablo Fabián Catacata, de 30 años, cuyo cuerpo fue localizado el lunes por la tarde en una zona rural de Rojas. Catacata trabajaba en un establecimiento agropecuario del Cuartel VIII, junto a Antonella Barrios, de 24 años, con quien compartía tareas de arreo de ganado. Ambos eran oriundos de Jujuy y se habían instalado recientemente en la región. Un testigo indicó que Barrios cayó a un arroyo y Catacata intentó rescatarla. La corriente arrastró a ambos. Hasta el momento, la joven continúa desaparecida.
También sigue sin ser localizado un hombre que, según se informó, se arrojó a un arroyo en Bernal Oeste durante el temporal. Otra persona más está siendo buscada en el partido de Moreno, aunque aún no se precisaron los detalles del caso.
Por otra parte, el gobierno provincial informó que más de 2.900 personas continúan evacuadas en 21 municipios, y que las tareas de asistencia siguen en marcha. El Ministerio de Desarrollo de la Comunidad coordina el envío de colchones, frazadas, kits de limpieza, agua y alimentos, mientras que el Ministerio de Seguridad bonaerense mantiene desplegados más de 200 efectivos policiales, bomberos voluntarios, móviles terrestres y acuáticos, helicópteros y equipos técnicos para operar en zonas anegadas.
El intendente de Salto, Ricardo Alessandro, describió la situación en su ciudad como “la crecida más importante que ha tenido en toda su historia”. Allí, el Río Salto superó su marca histórica y llegó a 10,30 metros, afectando a 9.000 personas, de las cuales 500 fueron evacuadas y otras 4.000 se autoevacuaron.