El mandatario provincial recordó que, al inicio de su gestión, el servicio se encontraba al borde del colapso debido a una "cuestión de ecuación económica", el deterioro del parque automotor (con una antigüedad promedio de doce años) y conflictos internos. Ante esta situación, el Gobierno asumió un rol de "viabilizador y puente de entendimiento" para asegurar la paz social y la continuidad del servicio, una política extendida a otros sectores clave como el azucarero y el citrícola.
Jaldo precisó que se han realizado "inversiones importantes" enfocadas en el usuario, no en los empresarios. En ese marco, destacó la incorporación de tecnología y la implementación de la Tarjeta Independencia. Además, la Provincia asumió el pago de las compensaciones que dejó de enviar la Nación, medida clave para contener el valor del boleto y evitar un incremento sustancial.
Finalmente, el gobernador ratificó el rol del Ejecutivo como autoridad de aplicación, asegurando la aplicación de multas y actas de infracción cuando las empresas incumplen las frecuencias, y señaló que los problemas microeconómicos y la "competencia ilegal y desleal" siguen impactando la venta de boletos.
