Hay una "incertidumbre total" entre los empleados, quienes temen que la cifra de desvinculados aumente en los próximos días. La empresa, por su parte, ha mantenido un hermetismo total, evitando dar explicaciones oficiales.
El Gremio señala a las políticas económicas
El sector gremial ha reaccionado, advirtiendo que esta situación es un impacto directo de las políticas económicas implementadas por el gobierno nacional.
"Las medidas del gobierno ya están golpeando la producción y profundizan la tensión laboral", señalaron los dirigentes, remarcando la conexión entre el contexto macroeconómico y los recortes de personal.
La preocupación se intensifica ante el avance de la reforma laboral, la cual, según líderes sindicales, está dejando a los trabajadores en una posición de mayor vulnerabilidad frente a futuros recortes.
La posibilidad de más despidos no se descarta en el ingenio, lo que incrementa el malestar entre las familias que dependen directamente de la estabilidad de la producción azucarera. La situación actual augura un clima laboral conflictivo en el corto plazo.
