Para Mallimaci, la sociología puede aportar respuestas para entender, por ejemplo, por qué hay tantas personas que no desean cuidarse en esta pandemia. Afirma que la sociedad aporta respuestas por edades, procedencia, por educación, por trabajo, etc.
“La pandemia desnuda todo aquello que estaba oculto y profundiza todo lo que está. Acá juegan mucho las creencias religiosas: qué me puede salvar o si mi salvación será individual o comunitaria. Todo esto también es importante de saber”, analizó el profesor de la UBA.
“Durante siglos fue el sálvense quien pueda, el que tenía meritos lo hacía pero ante una pandemia lo que hace falta es solidaridad. Parece que solo triunfan los mejores y los demás al infierno, eso también esta presente en nuestra sociedad”, razonó en diálogo con Radio Prensa.
El investigador de Conicet analizó el rol de las iglesias y credos en la pandemia. “hubo al principio un fuerte acatamiento aunque hubo excepciones. Luego vino el tiempo, sobre todo cuando algunas actividades de las no esenciales pudieron empezar a hacerse, donde surgieron cuestionamientos. ¿Por qué podía abrir un gimnasio y no un templo? Se debatió mucho al respecto. Y dentro de todo esto estuvo la decisión individual y el respeto de la ley. Acá entra en juego la cuestión de lo legal y lo legítimo. Muchas veces no se acepta la ley porque mi dios me dice que haga otra cosa”, explicó.
Según Mallimaci,, todo esto también está vinculado a la credibilidad del poder político. “Hay que usar barbijo pero yo no uso barbijo, entonces la credibilidad disminuye”
“En su gran mayoría, los grupos religiosos apoyaron con redes solidarias durante la pandemia. Luego se exigieron reconocimientos para volver a una tensión histórica entre grupos religiosos y el Estado. Tucumán tiene una experiencia diversa al respecto. Muchas veces en el tema de la mujer o la educación sexual integral no se cumple la ley y los grupos religiosos aprovechan para implantar sus propias creencias”, afirmó.
Con respecto a las conspirativas, el sociólogo explicó que este tema tiene larga data en las sociedades occidentales. “¿Por qué hay sensibilidad a tener grandes conspiraciones? Esto está muy vinculado a las creencias. Quien tiene teorías conspirativas las dejará cuando encuentre otras teorías que le digan todo lo contario; es decir creencias versus creencias y hechos versus hechos. A veces las teorías conspirativas también son teorías del poder. Por ejemplo vemos grandes grupos económicos con grandes medios de comunicación que tienen capacidad de decidir el valor del dólar. Se dice el dólar vale 200 pesos, entonces hay fuertes intereses económicos y politicemos por detrás de esto”, sostuvo.