La cúpula de Montoneros –enfrentada por
entonces con Perón– nunca reconoció públicamente la autoría del crimen,
pero la Justicia concluyó que Rucci fue asesinado por esa agrupación.
Así lo determinó el juez Ariel Lijo, a cargo de la causa. Sin embargo,
en agosto de 2012 la archivó al considerar que no se trató de un delito
de lesa humanidad.
La Justicia no considera
crímenes de lesa humanidad a los ataques perpetrados por integrantes de
organizaciones guerrilleras. Sin embargo, la familia de Rucci cree que
para matar al sindicalista se utilizaron recursos del Estado.
En abril de 2013, la Cámara Federal porteña consideró "prematura" la decisión de Lijo y ordenó la reapertura de la causa. Miguel Ángel Plo, abogado patrocinante de los hermanos Claudia y Aníbal Rucci, los hijos del gremialista, viene solicitando desde hace un buen tiempo que sea citado a declarar el periodista Miguel Bonasso, quien dirigió el diario Noticias
–financiado por Montoneros– y además integró esa organización. Ahora,
Lijo dispuso nuevas medidas en la investigación, y como parte de estas, citó a Bonasso en calidad de testigo para el próximo 5 de marzo.
Más allá del silencio de los sobrevivientes de la Conducción
Nacional de Montoneros –como Mario Firmenich y Roberto Perdía–,
numerosos testimonios de otros integrantes de la guerrilla peronista, de
segunda y tercera línea, no solo reivindican la operación, conocida
como "Traviata", sino que también aseguran que fueron utilizados
recursos del Estado para la logística.
En ese sentido, la
clave está en demostrar que Montoneros tuvo apoyo estatal –recursos de
la gobernación bonaerense– para que el crimen sea imprescriptible.
Por ese entonces, la provincia era gobernada por Oscar Bidegaín, quien
se había acercado demasiado a la "Tendencia". Muchos de sus funcionarios
eran de Montoneros. Numerosos testimonios dan cuenta del uso de
vehículos oficiales como parte de la operación para matar a Rucci.
Más
allá de los ejecutores, en el asesinato participaron grupos que
hicieron inteligencia, sanidad, apoyo logístico o contención. Muchos de los que integraron estos grupos están vivos.
Cuarenta años después, tal vez tengan que explicar su papel en uno de
los crímenes políticos más resonantes de la historia argentina.