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La ira de Macri desde el psicoanálisis

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El enfurecimiento del presidente Mauricio Macri, pocas horas después de hacerse pública su dura derrota electoral, es materia de interpretaciones que exceden el marco político.
El enfurecimiento del presidente Mauricio Macri, pocas horas después de hacerse pública su dura derrota electoral, es materia de interpretaciones que exceden el marco político. Lejos de manifestar una autocrítica sincera y un análisis concienzudo vinculado a las causas de semejante rechazo masivo, Macri, sin tapujos, decidió trasladar a la población la culpa de su derrota sin querer (o poder) percibir las causas y responsabilidades reales de la pésima situación  económica que atraviesa el país. 

La licenciada en psicología, Cristina Zurutuza, aporta un poco de claridad en todo esto desde un enfoque psicoanalítico, no sin antes aclarar que, si bien Sigmund Freud lo usó para explicar situaciones sociales, existe un salto metodológico entre el psicoanálisis, tal como se concibe tradicionalmente, con el análisis político.

“Noté en el discurso presidencial del lunes una clara anulación del núcleo de la democracia que es el voto popular. Decir que la gente se equivocó y que tiene la culpa de que las cosas no sean como él quiere que sean es un salto al vacío grave para un presidente”, analizó Zurutuza. 

“Pude ver a un mandatario que se sometió a una evaluación popular que lo rechazó y terminó culpando a la misma gente de no ser como él esperaba que sea”, agregó la licenciada de la UBA.

Para ella, con la salvedad del salto metodológico ya mencionado, esta situación “se parecería a los varones violentos que le echan culpa a las mujeres y le dicen `mirá lo que me estás haciendo hacer´, cuando las maltratan o someten o situaciones violentas”, graficó. 

Para Zurutuza, en el citado ejemplo, hay algún tipo de semejanza “que en algo podríamos asimilarla con la violencia por motivos de género”. 

“A todos nos impactó el discurso del domingo cuando Macri nos mandó a dormir. Y luego lo vimos el lunes, visiblemente enojado, cuando dijo que los votantes se habían equivocado y tenían la culpa de lo que estaba pasando en los mercado por la suba del dólar y el riesgo país”.

“Lo que es preocupante, además, es que desde el Gobierno nacional hace rato vienen diciendo que no hay plan B y que no existe otro camino. Siempre ponen una promesa sobre el futuro la cual, en lugar de cumplirse, agrava todo y sólo deja una deuda enorme, mayor pobreza y hambre. Todo esto se expresó en el voto popular. Sin embargo, el Presidente pareciera no actuar como tal sino como un chico caprichoso porque la realidad no es como él quiere que sea. Debería entender que pueblo es el soberano”, agregó al psicoanalista. 

Perversión y poder

Si bien Zurutuza reconoció no estar en condiciones de hablar de un rasgo perverso en Mauricio Macri, sí entendió que su “negación de la realidad” posiblemente lo sea. 

“El perverso a nivel del psicoanálisis no puede ver la realidad pero en lugar de sufrir como cualquier neurótico, da vuelta la situación, la pone en otro lugar y echa la culpa a otra cosa”.
 
“En este sentido, se podría pensar en una operación que entraña cierta forma de perversión del razonamiento y la concepción de la realidad”, agregó. (Por Esteban Stanich)