La proverbial pelea entre las diputadas Lilia Lemoine y Marcela Pagano tuvo este miércoles un nuevo capítulo, cuando la exoficialista hizo su primera intervención en su condición de miembro del bloque Coherencia. Desde el inicio, la exposición de Pagano estuvo rodeada de un enorme clima de desorden. Cuando ella comenzó a hablar, la diputada Lemoine se paró delante de ella con la intención de que pudieran captarla las cámaras de televisión. Ante la protesta de Pagano y el pedido del presidente de la Cámara, Lemoine se corrió, pero nunca se sentó. Y varias veces volvió a taparla. Cuando terminó de hablar, se mantuvo en proximidades del bloque Coherencia, mientras otra miembro de esa bancada, también ex LLA, la mendocina Lourdes Arrieta, la grababa con su celular. Cosa que también hacía Lemoine, en sentido opuesto.
Tal fue el desorden que otro exlibertario, Oscar Zago, pidió un cuarto intermedio porque “es un escándalo esto”. En plena discusión, y cuando el jefe de Gabinete trataba de contestarle en primer lugar a la izquierda, varios diputados oficialistas corrieron a hacerle planteos a Martín Menem. A su turno, la diputada Nadia Márquez respondió a quienes le reclamaban a Lemoine que se fuera a sentar. “Siempre nos paramos en ese ingreso”, aclaró Márquez, agregando que “no le puedo pedir a la diputada Lemoine que se vaya a sentar, solo que no dialogue. Siempre nos paramos ahí; ahora, si le hablan a ella, escapa a nosotros”.
Entre los que se aproximaron a la presidencia para pedirle a Menem que interviniera estuvo Fernando Carbajal, quien luego fue acusado por los libertarios de haber insultado a la diputada Lorena Villaverde, cosa que él luego negó.
El cruce entre Pagano y Lemoine no es ni el primero ni el más escandaloso de todos. De hecho, previo a la sesión, Lemoine señaló en sus redes sociales que los audios de Diego Spagnuolo -sobre presuntas coimas en ADNIS- son armados y editados, y que quienes habrían estado detrás de la maniobra serían Pagano junto con su pareja, el empresario de medios Franco Bimbi.
Un poco más atrás, en junio, Pagano y Lemoine cruzaron insultos, chicanas personales y hasta una propuesta para someterse a estudios físicos y psicológicos en un hospital público. Todo, claro, a la vista del electorado y en medio de una interna libertaria que ya dejó de disimular sus heridas.
En otra sesión, que se realizó en la cámara de Diputados el miércoles 12 de marzo, las legisladoras libertarias mantuvieron una álgida discusión, en la que el núcleo duro oficialista acusó a Pagano y a Bonacci, entre otros, por facilitarle la posibilidad de alcanzar el quorum al bloque kirchnerista, que impulsaba una serie de debates sensibles para el Gobierno, como la investigación del caso $LIBRA en la que el presidente Javier Milei está acusado de participar de una estafa. Esa discusión derivó en gritos, insultos y un vaso de agua que voló con su contenido sobre la propia Lemoine y otra diputada libertaria, la cordobesa Celeste Ponce.
Lamentablemente las actuaciones sin ningún tipo de decoro ni respeto a la honorabilidad del Congreso se volvieron habituales desde la asunción de los libertarios en 2023. Si bien los bloques peronistas y antiperonistas también protagonizaron en el pasado muchos episodios bochornosos, desde que Lemoine y compañia son diputados, el número de escándalos fue incrementándose.
