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Una caravana de LLA en Buenos Aires terminó en escándalo

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Hubo empujones y piedrazos durante un recorrido de campaña en Lomas de Zamora. El Gobierno acusó al kirchnerismo por el rechazo de los vecinos. Algunos vecinos denunciaron provocaciones por parte de los libertarios.
El Presidente salió junto a su hermana y José Luis Espert a realizar una caravana en el municipio de Lomas de Zamora. Si bien la idea de los estrategas de campaña era que los hermanos Milei no hablen de los audios que se filtraron del extitular de ANDIS, Diego Spagnuolo, el mandatario vio un micrófono de televisión y se le escapó la primera declaración al respecto. Desde la caja de la camioneta que lo llevaba dijo a los gritos: "Todo lo que dice (Spagnuolo) es mentira. Lo vamos a llevar a la justicia y vamos a probar que mintió". El evento, sin embargo, no duró mucho más. A las dos cuadras de haber comenzado la caravana distintos manifestantes, muy molestos con el Gobierno y sus políticas, comenzaron a tirarle botellas de agua, piedras y a insultar al presidente. El jefe de Estado y su comitiva huyeron a toda velocidad para refugiarse en la Quinta de Olivos.  

También movilizaron de manera pacífica decenas de personas con discapacidad junto a sus familiares. María, por ejemplo, es madre de un niño con discapacidad y expresó sobre este gobierno ante las cámaras de televisión que: "Le están robando a los más necesitados y a las personas con discapacidad que menos tienen. No están entregando medicamentos, pañales, y ya ni le podemos pagar las terapias a nuestros hijos". Con la voz entrecortada continuó: "El Presidente había dicho que iba a ponerle un corchazo en la cabeza al que metiera la mano en la lata, pero ahora avala lo que hizo su hermana". 

La idea original de los organizadores era que Milei haga unas cinco cuadras por la avenida Hipólito Yrigoyen hasta llegar a la plaza de Lomas de Zamora junto a su hermana, Espert, Sebastián Pareja y el excomisario y candidato a legislador bonaerense, Maximiliano Bondarenko, pero no logró hacer ni tres cuadras. Después de declarar sobre el caso coimas, el clima se empezó a poner cada vez más espeso y cuando empezaron las agresiones la comitiva oficial decidió huir. Quien conducía la camioneta blanca dobló en una esquina con todos los políticos en la caja y avanzó a toda velocidad. Espert, fue el único que no estaba ahí. Él se separó del resto y optó por irse en una moto, sin casco.

El gobierno, que en todo momento incita a la violencia física y simbólica, y repiten como un mantra frases como "zurdos van a correr", se quejó de manera inmediata por la violencia recibida y en el entorno presidencial hasta llegaron a hablar de que se trató de "un intento de magnicidio". Como ya es una costumbre, además, culparon por los desmanes "al kirchnerismo", sin presentar ningún tipo de prueba. 

En un comunicado oficial que lanzó el partido violeta, escribieron: "Javier Milei se metió en el corazón del conurbano con una caravana masiva en Lomas de Zamora que recorrió la avenida Hipólito Yrigoyen entre bombos, banderas y vecinos que se sumaron al paso. Las calles se tiñeron de violeta en una muestra de apoyo al proyecto libertario en la provincia de Buenos Aires". Luego, aclararon que "mientras se llevaba adelante una caravana pacífica, un grupo de manifestantes y militantes identificados con el kirchnerismo aprovechó la ocasión para insultar e intentar agredir a quienes se expresaban a favor de terminar con el modelo empobrecedor kirchnerista". 

Tras varios días en silencio y son conferencias de prensa, Manuel Adorni fue otro de los que salió a opinar. Escribió: "Militantes de la vieja política, kirchnerismo en estado puro y un modelo de violencia que solo quieren los cavernícolas del pasado: atacaron con piedras la caravana donde se encontraba el Presidente de la Nación. No hay heridos. Lo único que hay son muchos que van hacia el más absoluto de los olvidos: kirchnerismo nunca más". Luego, publicó una foto en la que se veía volar una piedra detrás de Milei y añadió: "Podrían haber matado a cualquiera. No les importa la vida humana, menos aún les va a importar el país".

Milei, después del episodio, llegó a la Quinta de Olivos y se sacó una foto con su hermana y Espert y consignó: "En Olivos con el PROFE y EL JEFE luego del paso por Lomas de Zamora, donde los kukas tira piedras carentes de ideas, recurrieron otra vez a la violencia". Según contó Raquel, madre de una niña con discapacidad que estuvo presente en la caravana, los que provocaron la violencia fueron los propios funcionarios. "Desde arriba del vehículo nos gritaban negros de mierda", expresó en declaraciones radiales, y sumó: "A mi mamá le gritaban negra de mierda solo por su color". Además, aclaró que  no fue en el marco de ningún partido político: "No nos mandó nadie", puntualizó.

Horas antes de que comience la caravana, el intendente de Lomas de Zamora Federico Otermín escribió un comunicado en el que recordó que Milei nunca había ido a visitar el municipio desde que comenzó la gestión. "Nada más casta que aparecer para una foto unos días antes de las elecciones", resaltó. Luego, se quejó de que la caravana iba a "obstaculizar la avenida Yrigoyen (una de las más transitadas del Conurbano) un día y horario laborable", y pidió que, más allá de las convocatorias que había para repudiar la visita del Presidente, "el mensaje sea de paz y respeto por la democracia". Por último, añadió: "Que cada persona se exprese con tranquilidad y sin ningún tipo de violencia". 

Tras el evento, Otermín dijo que rechazaba la violencia "de manera enfática", y aclaró que en la previa desde el municipio estaban preocupados porque había convocatorias a movilizar de asociaciones de discapacitados, y de jubilados en la Plaza de Lomas que "estaban muy enojados". Sin embargo, aclaró que "esa protesta ocurrió, pero lejos de donde ocurrieron los desmanes, porque la caravana del Presidente nunca llegó a la plaza donde ellos estaban", detalló./Página12